Respeto y gratitud a nuestro entorno

Mallorca es una isla preciosa y es gracias a ella que disfrutamos de puestas de sol únicas en el mundo, inmejorables días soleados, cielos azules, cristalinas aguas, brisas mediterráneas y un sinfín de espectaculares detalles que hacen de ‘Sa Roqueta’ un paraíso para quienes aprecian lo más valioso. Mhares forma parte de ese paraíso y es consciente de su valor.

El respeto al entorno natural, a toda la flora y fauna que en él habita, es fundamental para mantener el bienestar, la tranquilidad y el equilibrio que se respira en tu oasis mallorquín.

La zona costera en la que se encuentra ubicado Mhares forma parte de la Reserva Marina de la bahía de Palma, creada por el Consell General Interinsular en 1982. En la reserva se hallan dos ecosistemas característicos de los fondos litorales mediterráneos: las praderas de posidionia y los fondos arenosos, con su fauna característica.

Las horas de sol y el momento fundamental en el que se pone, son la fuente de vida y sosiego que rigen la vida en Mhares. Seguimos el curso natural del día a día de las aves que anidan en la zona, respetando el momento de silencio y calma que necesitan para descansar y hacernos sentir afortunados durante el día con su canto, revoloteos y bellas acrobacias aéreas.

Zona protegida

En Mallorca, así como en el mundo, es de vital importancia preservar, mantener y restablecer la diversidad así como una superficie suficientemente amplia de hábitat para las especies de aves autóctonas. Mhares está ubicado en una de dichas zonas, que a día de hoy es considerada Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA), motivo por el que en Mhares respetamos muy concienciados el ciclo diario de las aves que habitan en nuestro entorno.

 

Paraíso sin igual

La belleza de las rocas, sus abruptas puntas, y hondos huecos hacen posible que vislumbremos desde las zonas más elevadas, los infinitos tonos del mar que combinan armónicamente con los suaves matices terrosos de la piedra.

Todo en su conjunto es un paraíso sin igual